Los Cuatro Mundos

Los Cuatro mundos son la representación del cosmos que involucra a toda la creación, puesto que Dios la desarrolló a partir de Sí mismo y conforma la existencia Positiva de un todo.

Dios decide crear el universo y eso es algo, que por mucho que especulemos, no tenemos más remedio que aceptar y lo único que podemos hacer es tratar de conocer los secretos de su obra, cuestión complicada, por cierto.

La fe en Dios nos hace aceptar que Él crea y otorga una parte de Sí mismo, pero al mismo tiempo, que permanece Inalterado en su origen. O sea, crea pero no se involucra en la creación. Está en la creación, pero la creación no es Dios.

Estos Planos o Mundos salen reflejados en el Libro de Ezequiel, en el Antiguo Testamento y forman parte de las enseñanzas de la Mercavah.

A partir de aquí se crea el primer estado de manifestación o “Existencia Positiva” y llamado Kéter y a partir de ella, La Cábala ordena a las otras nueve Esferas o Emanaciones.

El Misterio es que todas surgen al mismo tiempo, por lo tanto no existe ninguna superior a las otras. Tan solo se manifiestan de diferente forma y se ordenan de una manera jerárquica para así poder ser explicadas en el llamado “El Árbol De La Vida” y se organizan en Cuatro mundos:

Atziluth corresponde al Plano Divino, en el que Dios mismo plasma su Esencia en las Diez Emanaciones. Por esta razón Dios tiene un nombre distinto en cada una de las Esferas. En este nivel la creación es esencialmente divina y es una sola.

Según la tradición cabalista, el ser humano Celestial preexistía a la creación formal del Universo en todas sus dimensiones. Este Adam Kadmon u hombre celestial está directamente relacionado con esta expresión divina a través de las Esferas Atzilúticas y es misión del ser humano conocer la creación para nuevamente ascender a esta existencia uno con Dios mismo.

Este mundo de las emanaciones o arquetípico está relacionado con la chispa divina que posee cada ser humano y que se mantiene inalterable en el alma de Dios Mismo. Los cabalistas llaman a esta esencia “Chaia” y difícilmente podremos tomar consciencia de ella mientras estemos encarnados, ya que ella se mantiene inalterable en el mundo de Atziluth y no se involucra ni se contamina con los otros mundos de manifestación, en donde existe dualidad o multi diversidad. A pesar de esto, esta Chispa Divina o Mónada permite la expresión de las otras formas de expresión del ser humano. Esta esencia divina se llama “Yechidah”

El Mundo de la Creación es propiamente dicho donde se realiza la creación como algo distinto a Dios o a la Divinidad.

El Mundo Divino no puede hacer este trabajo porque dejaría de serlo y por eso delega en el Mundo de Briah.

En el “Olam ha Briah”, o mundo de la Creación, cada esfera representa una inteligencia delegada por la Divinidad misma para producir y guiar la creación planteada por Ella misma.

El Mundo de la Creación está comandado por las Inteligencias Superiores llamadas “Arcángeles” y cada Esfera tiene su propia representación.

El Olam Ha Yetzirah, o Mundo de la Formación, proviene del Mundo de la Creación pero aquí las fuerzas son menos espirituales y permiten el funcionamiento de todo lo creado. Este Mundo representa todas las formas y las fuerzas creadas en el mundo de la Creación.

En Olam Ha Yetzirah se pierde la característica de inteligencias únicas regentes y pasan a ser gobernadas por legiones y ejércitos de Ángeles, ya que ellos son los representantes del mundo de la Formación.

Aunque la ciencia no lo admite, La Cábala nos habla de inteligencias que actúan en grupos que existen y están destinados a mover la vida y que la Creación funcione normalmente, lo que nos hace entrar en el campo científico. Sobre todo en aquellos campos que estudian el Cosmos, la naturaleza y sus leyes.

El Olam Ha Assiah o Mundo de la Acción.

En este Mundo se mantienen todos los aspectos del mundo de la Formación y se pasa directamente a la constitución Física de la Materia manifestada de todo lo Divino.

En este Mundo se consuma la obra de Dios, es aquí donde las ideas, los sueños, los anhelos y los deseos son realizados y llevados a la Materia Física.

En los Mundo de la Emanación, Creación y Formación, Se establece lo que no existía y en este mundo de la Acción es donde exige al ser humano que termine su Obra, puesto que es el único ser viviente capaz de realizar los Cuatro Mundos que le eleven hacia su Creador.

La Cábala nos habla de que el ser humano posee una “Gracia Única” que le permite participar en todos los Mundos por su condición de “Manifestación Increada” o “Adam Kadmon” que le permite llegar al Mundo de la Acción y plegarse para unirse nuevamente a la Divinidad.

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