ACIDEZ VS ALCALINIDAD

Los alimentos genéticamente modificados o creados por humanos tienden a ser ácidos para el
cuerpo. Los alimentos artificiales (híbridos) y procesados inducen acidez en el cuerpo. Cuando el
cuerpo está en un ambiente ácido, las bacterias prosperan, lo que hace que el cuerpo produzca un
exceso de moco para contrarrestar el gran volumen de bacterias. El moco sirve como mecanismo de
defensa del cuerpo contra las toxinas. Sin embargo, un exceso de moco en el cuerpo puede contribuir
potencialmente al desarrollo de diversas enfermedades. Además, cualquier cosa artificial o hecha por
el hombre tiene el potencial de provocar inflamación celular; Cada caso de inflamación de un órgano
o área corporal debilita su función y su salud en general. Esta inflamación prolongada puede
eventualmente conducir a una falla orgánica con el tiempo.

Los alimentos alcalinos abarcan frutas, plantas, hierbas y vegetales que existieron en la tierra, en los albores de
la creación o que fueron creados divinamente. A diferencia de los alimentos híbridos elaborados por el hombre,
los alimentos alcalinos se pueden encontrar prosperando en la naturaleza, creciendo por sí solos sin intervención
humana. Los alimentos alcalinos pueden considerarse «alimentos de Dios», ya que han sido creados por un poder
superior para el consumo humano para promover la salud, la vitalidad y la longevidad en la tierra. Estos
alimentos ricos en nutrientes apoyan el microbioma intestinal y ayudan a las células a generar energía eléctrica.
De hecho, el término «pH» significa «hidrógeno potencial». Representa la medición de la
concentración de iones de hidrógeno en una solución, indicando su acidez o alcalinidad.
Cuando nacemos, nuestro cuerpo es naturalmente alcalino, lo que indica que mantener este estado
alcalino es beneficioso para la salud en general.

Al eliminar los alimentos ácidos de nuestra dieta, podemos reducir la inflamación dentro del cuerpo,
permitiendo que el sistema eléctrico de nuestro cuerpo funcione sin problemas como debería. Consumir
los alimentos equivocados puede desafiar nuestro sistema digestivo y agotar nuestra energía mientras
nuestro cuerpo lucha por digerirlos y combatir las toxinas. Al eliminar los alimentos ácidos, nuestra
energía puede redirigirse hacia otros propósitos, elevando potencialmente otros aspectos de nuestras
vidas.

COMER CORRECTAMENTE
A continuación te damos algunas pautas sobre cómo comer correctamente:
Asegúrese de masticar bien: mastique los alimentos hasta que adquieran una consistencia líquida. El
cuerpo lucha por digerir grandes trozos de comida, pero al masticar los alimentos hasta convertirlos en
líquidos, el sistema digestivo gasta menos energía en procesarlos.
Deje tiempo antes de dormir: deje al menos cuatro horas entre su última comida y la hora de acostarse.
Comer demasiado cerca de la hora de acostarse dificulta la capacidad del cuerpo para digerir los alimentos de
manera efectiva mientras está acostado, lo que potencialmente afecta la calidad del sueño. Al darle tiempo a
tu cuerpo para hacer la digestión antes de dormir, le permites concentrarse en recargarse y regenerarse
durante el descanso.
Mantenga horarios regulares de comida: coma a horas constantes todos los días para establecer un ritmo para que
su cuerpo procese los alimentos de manera eficiente, optimizando su funcionalidad.
Evite comer después del atardecer: el sol juega un papel vital para ayudar a las diversas funciones del
cuerpo, incluida la digestión. Siempre que sea posible, trate de comer durante las horas del día para
beneficiarse de la influencia del sol en la digestión de los alimentos.
Tenga en cuenta las combinaciones de alimentos: ciertas combinaciones de alimentos, como cereales y
frutas, pueden resultar difíciles de procesar de manera eficiente para el sistema digestivo. Mezclar
alimentos en exceso puede provocar problemas digestivos y agotar la energía.

De hecho, la digestión requiere una cantidad significativa de energía. Si sigue las pautas
anteriores, puede ayudar a su sistema digestivo, permitiéndole funcionar de manera más
eficiente y reduciendo así la energía que consume. Esta digestión optimizada no sólo conserva
energía sino que también contribuye al bienestar y la vitalidad generales.

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